Financiación de una transición energética justa en Vietnam: un plan en el centro de una sólida cooperación internacional público-privada
Limitar el calentamiento global a 1,5 °C para mitigar sus peores efectos requiere reducciones rápidas, drásticas y sostenidas de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. En el marco de esta transición energética mundial, algunos países están tomando la iniciativa, como Vietnam, que se está desarrollando rápidamente y se ve muy afectado por los efectos del cambio climático.
En la COP 26, Vietnam se comprometió a alcanzar el objetivo de “cero emisiones netas” de gases de efecto invernadero para 2050 utilizando sus propios recursos y con la cooperación y el apoyo de la comunidad internacional. Partiendo de esta premisa, y observando los rápidos pasos dados por Vietnam para poner en práctica estos objetivos, el Grupo de Socios Internacionales (GPI formado por la Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos, Francia e Italia) decidió en 2022 ayudar al país a través de una Asociación para una Transición Energética Justa (Just Energy Transition Partnership – JETP).
Concretamente, se trata de movilizar en los próximos tres a cinco años un importe inicial de 15.500 millones de dólares, la mitad procedentes de inversiones públicas y la otra mitad de inversiones privadas, para ayudar a Vietnam a alcanzar sus ambiciosos objetivos: desarrollar las energías renovables, abandonar los combustibles fósiles, mejorar la capacidad de almacenamiento de energía, perfeccionar las tecnologías de producción, modernizar las redes de transporte y distribución, etc. Esta financiación se realizará en el marco de un Plan de Movilización de Recursos destinado a superar los obstáculos a la inversión.
El alcance de las acciones financiadas es lo suficientemente amplio como para incluir todos los aspectos de la transición energética. Entre ellos, el establecimiento de un marco jurídico fiable para esta transición, la puesta en marcha de programas de formación para desarrollar las competencias necesarias, la creación de un centro de excelencia para las energías renovables y muchas otras medidas para llevar a buen puerto esta transición justa. Tuvimos la suerte de poder participar en una reunión el 8 de junio con los agentes públicos y privados implicados en esta asociación, y queremos agradecer a todos los presentes la calidad de sus debates.
Desde principios de 2023, Vietnam no ha perdido el tiempo a pesar de un contexto político complejo con la dimisión del Presidente. En mayo se adoptó el Plan Nacional de Desarrollo Energético VIII (National Power Development Plan VIII – PDP8), que fija nuevos y ambiciosos objetivos para el país. Con una inversión de 13.500 millones de dólares anuales, el plan pretende duplicar la capacidad de producción del país de aquí a 2030, hasta 150 GW, reduciendo drásticamente la cuota de combustibles fósiles. Al mismo tiempo, sin embargo, el desarrollo de energías renovables intermitentes aumentará considerablemente la necesidad de almacenamiento, un verdadero reto para la gestión de la red.
La hidroelectricidad, y en particular el despliegue de Estaciones de Almacenamiento por Bombeo (EBA), desempeñará por tanto un papel clave. El PDP8 prevé ya esta capacidad de regulación de la intermitencia de las energías solar y eólica, mediante el desarrollo de tecnologías de flexibilidad y, en particular, el anuncio de varios proyectos EBA, entre ellos los que estudian actualmente HYVITY y su socio INTRACOM.
El crecimiento energético de Vietnam y el papel de la energía hidroeléctrica en pocas cifras
- Se prevé una tasa media de crecimiento del PIB del 7% anual hasta 2030
- Se prevé que el consumo comercial de electricidad supere los 500.000 millones de kWh en 2030.
- La capacidad hidroeléctrica del país debería alcanzar los 29.000 MW en 2030 y los 36.000 MW en 2050.
- El desarrollo de la STEP para una capacidad de unos 2.400 MW en 2030 y más del doble en 2035.